Constantemente las madres se preguntan si deben llevar alguna dieta ¨especial¨ durante el tiempo que amamantan a sus bebés, sobre todo cuando hay tantos mitos alrededor de este tema, en dónde desde el personal de salud hasta las abuelitas le indican a la madre que ciertos alimentos pueden afectar la calidad de su leche o bien hacerle daño a su bebé. Y por supuesto que la madre hará todo lo que sea necesario para evitar que esto último suceda, no importando si tiene que comer solo pollo y verduras cocidas, como es el caso de muchas madres que acuden a la Liga de la Leche por información al respecto.
Teóricamente la ingesta diaria recomendada para una madre lactante es de 2,700 Kilocalorías, solo 500 Kilocalorías más que las mujeres no lactantes, sin embargo esto puede variar de mujer a mujer, ya que durante la lactancia, un metabolismo más eficiente permite producir la leche con solo un pequeño aumento del gasto calórico. Lo ideal entonces es que la madre se alimente de acuerdo a su propio apetito, siempre con alimentos cercanos a su estado natural e incluyendo todos los grupos de alimentos. Una madre lactante necesita alimentarse bien, no porque esto repercuta en la buena producción de leche, sino porque ella necesita estar bien para poder atender a su bebé.
Por lo tanto, los atoles, tés, o brebajes que muchas veces recomiendan tomar a las madres para aumentar la producción de leche, no son necesarios, y generalmente solo hacen aumentar la talla de la madre.
Por otro lado, no existe evidencia científica de alimentos ¨prohibidos¨ durante la lactancia. Algunas madres deciden evitar los lácteos al ver alguna reacción en sus bebés cuando ellas los ingieren, sin embargo suele ser algo pasajero, y muy probablemente la madre podrá incluirlos nuevamente en su dieta más adelante en el período de lactancia.
Lo cierto es que no es necesario para una mujer que amamanta tener una alimentación particular. De acuerdo con uno de los conceptos de la Liga de La Leche, “una buena alimentación significa una dieta variada y equilibrada, compuesta por alimentos servidos en el estado más próximo a su estado natural”. Lo anterior es aplicable independientemente de si se está amamantando o no, y cubre una amplia gama de regímenes alimenticios.
Cabe mencionar que ningún alimento es imprescindible para la buena producción de leche (tanto en calidad como en cantidad), y que la producción de leche no depende de la dieta de la madre, sino de las demandas de su bebé.
Fuentes:
Carlos González, Manual Práctico de Lactancia Materna
http://www.llli.org/lang/espanol/ncvol18_2_06a.html
Betzy de Villatoro
Líder Liga de La Leche Guatemala